¿POR DONDE PUEDO COMENZAR?

Consideraciones generales.

1. ACTITUD CORRECTA. En Primer lugar debemos aproximarnos a leer la Biblia con una actitud correcta, con una actitud de humildad dispuesta para aprender, este es el consejo que nos da la Palabra:“Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.” (Proverbios 2.3–5, RVR60). 

2. DESIGNE UN LUGAR ADECUADO PARA LA LECTURA.

   1. Es muy útil que cuando usted decida iniciar un estudio sistemático de la Palabra de DIOS, designe un lugar especifico, donde pueda leer sin distracciones, un lugar donde pueda dedicar su atención con intensidad a la lectura será a una gran ayuda y le ayudará a desarrollar la disciplina de la lectura. El uso de una libreta para tomar notas en cuanto a la lectura es de tremenda utilidad.

3. DESIGNE UN TIEMPO ESPECIFICO PARA LLEVAR A CABO LA LECTURA CADA DÍA.

   1. Es importante que usted designe un tiempo específico para hacer la lectura, por experiencia el tiempo ideal para hacerlo es temprano por las mañanas. Usted descubrirá, como sus días son mucho mejores cuando usted comienza buscando a DIOS.

4. EN ACTITUD DE ORACIÓN PIDIENDO SABIDURÍA.

   1. Dios escucha nuestra oración, y contesta nuestra suplica sincera por conocimiento cuando la pedimos, leemos que la Biblia declara  “El Señor está cerca de todos los que lo invocan, sí, de todos los que lo invocan de verdad.” (Salmo 145.18, NTV) y esta es su promesa “Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé.” (Jeremías 29.12, TLA), así es que antes de comenzar a leer pídale a DIOS sabiduría para recibir la enseñanza que usted necesita de manera personal. 

   2. Si usted no ha practicado la oración, es importante aclarar que no se necesita una formula especial, abra su corazón a DIOS, y en sus propias palabras exprese a DIOS su deseo de conocerle y de experimentar Su Presencia en la vida de usted. EL siempre contesta.“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” (Jeremías 33.3, RVR60)